Tras
haber sido invitada a participar en un foro a propósito de las ya tan
esperadas elecciones, he decidido compartirles mi reflexión. ¿Ustedes
qué opinan al respecto?
Que
grata sorpresa me has dado y cuánta razón tienen los que se han
expresado por aquí. Tras leerlos no puedo más que aceptar el reto de
participación. Y mi primera aportación a tu foro se deriva de las ideas
de todos ellos; mejor dicho, de eso que "brilla por su ausencia" en los
comentarios.
Esa escasa cultura política de la que hablas ha mermado sigficativamente nuestras posibilidades e interpretaciones y, en consecuencia, la credibilidad y participación (otra cosa más que agradecerle al paternalismo gubernamental).
Considero que un error frecuente cuando hablamos de política es que
simpre estamos, directa o indirectamente, "esperando" a que alguien
resuelva las problemáticas de las que tanto nos quejamos. La pregunta
es, ¿alguien puede resolverlas por sí mismo? Según lo veo, jamás en la
vida un candidato va a llenar nuestras expectativas, ni podrá crear las
condiciones para que cada uno pueda concretar su proyecto de vida. No
hay que perder de vista que el candidato sólo es un representante de
todos nosotros: el pueblo.
Se supone que en un sistema político
como el nuestro, todos los mexicanos, no sólo tenemos el derecho, sino
que también estamos obligados a participar, de eso se trata la
democracia (no digo que en México exista, en otro momento podremos
hablar de esta falacia, pero supongamos que sí) el problema (uno de
tantos, debería decir) es que todas las personas somos capaces de
encontrar alternativas o soluciones a una circunstancia en particular,
de hecho lo hacemos, pero en lugar de comunicarlas o ejecutarlas,
preferimos callar. Ya lo dice la sabiduría popular "hablar compromete".
Por eso yo te pregunto ¿estarías dispuesto a verdaderamente
participar?, votar es muy sencillo, pero comprometerse a que harás lo
posible porque tu voto mejore la calidad de vida de todos los mexicanos,
eso es lo complicado. La mayoría pensamos en el bienestar personal e
inmediato y, desafortunadamente, eso determina la mayoría de veces, el
voto.
Si tienes buenas ideas, conviértelas en una propuesta,
en una iniciativa. El candidato que elijas no tiene que ser intocable,
menos aún ajeno a la realidad mexicana, a tu realidad. Es un
representante de tu palabra, de tus ideas y de las mías y de los demás
mexicanos.
Saramago lo expuso magistralmente en su "Ensayo
sobre la lucidez", el problema es que la sociedad mexicana, aún está
viviendo las circunstancias de su "Ensayo sobre la ceguera". ¿Cuántos
estarían verdaderamente dispuestos a manifestar lo que piensan de la
manera correcta, cuántos están dispuestos a dar seguimiento a todas las
promesas?
No hay que olvidar que decidir votar y hacerlo por alguien en particular es sólo el principio de la historia...
Abrazos muchos...